Venus

Venus

sábado, 18 de agosto de 2012

Los niños del Deluro


"La conmiseración con los animales está íntimamente unida con la bondad de carácter; de tal manera que se puede afirmar, de seguro, que quien es cruel con los animales no puede ser buena persona."
Arthur Schopenhauer.

     En primer lugar, es necesario señalar que los niños del Deluro son fecundados in vitro en los grandes laboratorios de los señores del Reino, y que sin su actividad, los niños del Deluro nunca nacerían. No gozarían del amor de sus padres, de sus primeras palabras, de la simple visión del mundo, ni mucho menos gozarían de la comida, la bebida o el sexo, no tendrían nada, no nacerían.
     Pero los niños del Deluro cumplen una finalidad muy concreta, y es satisfacer uno de los más extraños caprichos de los Grandes Señores. Hasta la mayoría de edad, los niños del Deluro son criados y mantenidos por estos grandes poderosos. Pero el día en que cumplen dieciocho años, son sometidos al Viejo Rito: En la Plaza Pública, el niño ya adulto debe ser sometido a tortura a la vista de todos; se le clavarán pinchos en el cuerpo hasta que sangre y agonice, según las leyes del Deluro, hasta que se arrastre por el suelo, y después, hasta que muera. Será sometido a este dolor y crueldad durante al menos una hora, y al final se le clavará una espada que lo hará morir de forma definitiva.

Pues bien, estos son los hechos: El Reino de Deluro es España y los niños son los toros de lidia. Sin los caprichos de los Grandes Señores (los criadores del toro bravo), no nacerían, no disfrutarían de un minuto de vida, no abrirían los ojos jamás; pero eso sí, los niños del Deluro jamás serán dueños de sus vidas, y deben saber que en cuanto tengan la edad suficiente morirán de la forma más trágica y dolorosa posible, humillados, torturados, sacrificados. Sólo que los toros ni siquiera lo saben.
Expongo los hechos, desde otra perspectiva, sí, pero hechos consumados. Que cada cual aquí se forme su opinión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario