Venus

Venus

martes, 25 de septiembre de 2012

¿Qué fue antes, el huevo o la gallina?


Extraído de mi viejo blog "Respuestas agudas a preguntas tontas":

     No tengo mucho tiempo esta semana, así que he decidido hacer una más facilita. De hecho, ni siquiera he pensado yo la respuesta, sino que la escuché en la radio hace un tiempo; no obstante, es una respuesta aguda a una pregunta tonta y cumple el requisito del blog.
     El razonamiento es bien simple; la gallina, al igual que todas las especies actuales, no fue puesta como especie tal cual es ahora sobre la faz de la Tierra. La gallina proviene de algún otro animal prehistórico, uno que ni siquiera nos hace falta saber cuál es, su antepasado. Pues bien, sucede que, por fuerza y necesariamente, hubo un momento en el que este antepasado (el antepasado más inmediato a la especie) tuvo como hijo a una gallina de la especie actual; de un huevo que no era de gallina (sino de otra especie, parecida pero otra) surgió una gallina. Fue primero el huevo y luego la gallina, así de simple.

jueves, 20 de septiembre de 2012

El gato


" [...]el viento del amor
en la intemperie
reclamas
cuando pasas
y posas
cuatro pies delicados
en el suelo,
oliendo,
desconfiando
de todo lo terrestre,
porque todo
es inmundo
para el inmaculado pie del gato."
Oda al gato (Pablo Neruda).

" Tigres, leones, panteras, elefantes, osos, perros, focas, delfines, caballos, camellos, chimpancés, gorilas, conejos, pulgas... ¡Todos han pasado por ello! Los único que nuna hemos hecho el imbécil en el circo somos los gatos."
Garfield (Jim Davis).

     El gato es un animal digno, ante todo. El gato es un animal limpio y ordenado, inteligente, reflexivo, sereno. Sus pasos son sigilosos, sus saltos y carreras son discretos y armoniosos, siempre prudente, nunca molesta a nadie. Hasta su respiración es rítmica y acompasada, y su mirada es impenetrable. Uno nunca puede saber en qué está pensando un gato. Mientras que los otros animales son torpes y ruidosos y se le acercan a uno sin remedio, y gritan, cada uno a su manera, todo aquello que sienten en el momento, el gato no. Uno puede entrar a la casa de un desconocido y estar totalmente tranquilo con respecto al gato. El gato no le molestará. Clavará la mirada en su nunca desde la lejanía, le observará. Pero nunca verás que el gato se le acerque a mendigarle comida o caricas o abrazos, nunca verás que se vuelva loco ante un extraño tal y como haría un perro. Se limitará a sonreír y mirarte fijamente, cada uno en su espacio. Ronroneará de placer al ver que no le molestas.
     Hay personas que son como los gatos. Que están siempre presentes, tranquilos en su sitio, aparentemente relajados. Que no entrarán a tu vida por la puerta grande ni pretenderán saberlo todo sobre ti, ni te abrazarán ni se irán contigo a las primeras de cambio. Que tampoco se dejarán agobiar por ti y que se alejarán en cuanto te acerques. Hay gente a la que le asquean los gatos; son demasiado sigilosos, demasiado fríos. No te compres un gato si quieres una mascota con la que jugar. Son indiferentes, son como si no fueran. Pero cuando todos se han ido y te has quedado a solas con el gato, el gato se acerca a ti, arrullador, enternecido, y se te pasea por las piernas, con ojos de miel y de dulce, derretido ya el acero de su mirada. Sólo utiliza tu cuerpo para rascarse, dirán algunos. El gato es un animal distante, glacial, insensible. Pero no. El gato te da todo su cariño. Sólo que no puede dejar de ser un gato, aunque ponga todo su empeño en ello.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Dorian Gray


"La belleza es, de las formas del genio, la más elevada, porque no tiene necesidad de ser explicada, es uno de los hechos absolutos del mundo".
El Retrato de Dorian Gray.
 
 
Sólo vale la pena la belleza,

el placer que provocan los sentidos,

sentir la vida con delicadeza,

ser poeta, artista sin destino.
 

Las pinceladas pierden su pureza,

la musicalidad su colorido,

los edificios pierden su grandeza,

y las palabras pierden su sentido.
 

- ¿Qué es aquello que es tan bello que no entiendo?,

- Es el esplendor de una obra inmortal.

- ¿Es que acaso no se muere cuanto veo?
 

La pregunta sin respuesta ha de quedar,

el cruento viento mece en movimiento

el resto de los restos de humanidad.
 

jueves, 6 de septiembre de 2012

¿Para qué sirve la ortografía?

 
 
     "La lengua no sirve solamente al hombre para expresar alguna cosa, sino también para expresarse a sí mismo".
              Hans Von de Gabelentz, lingüista alemán.
 
 
     "¿Para qué sirve la ortografía?", te preguntarán con voz ronca, mientras apartan el porro de su boca, poniéndose filósofos. "En otros países no la tienen", te dirán (te mentirán, porque lo que no tienen son las tildes, pero sí la ortografía). "Es que aunque yo escriba balón, o valón, tú me entenderías perfectamente". Bien. Este tema tiene dos puntos sobre los que discutir. Procedamos:
 
1. Valor informativo de la ortografía:
 
     Es cierto que en ocasiones (y no en muchas), no tiene demasiado valor informativo, no sirve para diferenciar un significado o una palabra de otra. Por ejemplo, el valor informativo de la "u" con la "q" es nulo, no pasaría nada si se eliminase. Pero hay otros casos, muchos otros casos, en los que la ortografía informa: las comas, los puntos bien formados. La "d" en el imperativo; "hablad conmigo" VS "hablar conmigo". La tilde del "qué" o el "cómo" al interrogar o exclamar, haciendo de pronombres exclamativos en lugar de relativos. El "lo", que hace de Complemento Directo, funcionando como sustituto del sujeto de las oraciones pasivas.
    Al margen de todo esto, ya que no quiero meterme en sintaxis ni morfología (ya que no manejo nada de ellas), diré que sí, que lleváis razón. Está claro que la ortografía no diferencia para nada una conversación de WhatsApp en la que relatas tu actividad sexual con la hija del vecino, o lo bueno que es Cristiano Ronaldo. Pero en la vida real, en los oficios, en los contratos, en los libros de texto, en los discursos, en la literatura, en la descripción, en la publicidad... No puedes apañártelas sin ella. Intenta explicar la dialéctica como materialismo histórico de Marx o el informe de cambios anuales del partido electoral para la alcaldía del pueblo o una serie de pruebas y cargos judiciales que deciden el ingreso a prisión de una persona. Intenta escribir algo de esto y cágala con un par de comas o exprésate de forma ambigua o incorrecta, a ver qué pasa. Te animo a hacerlo. Sólo te animo a hacerlo.
     Eso, en cuanto a la utilidad de la ortografía en la comunicación y el entendimiento.
 
2. Valor profesional, intelectual y moral de la redacción y la ortografía:
 
     Que es, para mí, aún más importante. A efectos prácticos; aunque la ortografía fuese completamente inútil. Yo soy el jefe de una gran empresa, y, aparte de eso, sé leer y escribir. Y me llegan dos currículos, o dos escritos de lo que sea: en uno me pone "A ver" y en otro me pone "Aber". Refiriéndose a lo mismo. La primera persona, durante sus seis años de primaria y sus cuatro años de la E.S.O (estudios mínimos), ha tenido la decencia de darse cuenta de que "a ver" es una expresión que ha oído durante años y que se forma con dos palabras, una preposición, "a", a la que se le suma "ver", del verbo "ver". Porque vamos "a ver" lo que pasa. De la segunda persona puedo pensar: a) Que tiene una tara mental tan sorprendentemente destructiva que le ha impedido retener en su memoria, durante diez años viéndola escrita, una expresión para nada ambigua y además del todo fácil de recordar. b) Más probable, espero. Que tiene plena consciencia de que "a ver" es una expresión y "haber" es un verbo, y "aber" no existe, pero SE LA SUDA. Se la suda porque le da igual la imagen que reciben los demás sobre su expresión y su inteligencia, porque a él no le sale de la punta de la polla separar la "a" del "ver" por no presionar la tecla del espacio, y no le sale de los cojones mover el dedito hasta la "v" que está justamente al lado de la "b". Y lleva tantos y tantos años comunicándose por Messenger, Tuenti y WhatsApp que, claro, no ha sabido diferenciar su comunicación con los colegas de su comunicación profesional. Y te escribe "aber" en un examen, tú eres su profesor, y en cuanto te has recuperado del desprendimiento de retina, tienes que hacer algo con ese alumno. Con ese alumno que pasa tanto de trabajar que ni siquiera se esfuerza en mover su dedo hasta la "v", ni siquiera se esfuerza en eso, imagínate en elaborar un programa de rehabilitación a un paciente o un informe educativo o lo que quieras que haga. ¿Cómo puedes quedar a las 10.00 en punto con un hombre que ni se molesta en darle a la tecla "mayús" cuando habla con sus superiores?
     Que sí, que aquí habléis como queráis. Pero no pretendáis ser un personaje público reconocido ni que vuestras ideas sean tenidas en cuenta por alguien si las escribís como puñeteros simios, no, no lo defendáis, no intentéis defenderlo, es imposible. No vayáis de que sois unos heraldos de la libertad por escribir "aber", no vayáis de que eso es una revolución contra el sistema que intenta imponeros sus normas. Se escribe así, a vosotros os cuesta lo mismo, y no lo hacéis; estupidez, o vagancia. Punto. No hay más. No sois el Che Guevara ni sois el Zorro ni ningún otro justiciero; solamente no os da la puta gana de escribir bien. Y, ojo, podéis hacer lo que queráis. Sólo pido que lo recordéis; no estáis haciendo justicia, solamente estáis escribiendo con el puñetero ojete porque os sale precisamente del mismo. Saludos.

https://www.facebook.com/marioherreroescritor?ref=hl

 

lunes, 3 de septiembre de 2012

Una noche en un bar


"Las mujeres que buscan ser iguales a los hombres carecen de ambición."
Timtohy Leary.
 
- Sí, sí, llevas toda la razón, pero no hablo de privilegios económicos, ni siquiera sociales. Hasta hace veinte o treinta años no tenían ninguno, es verdad. Pero… - y aquí llegaba lo que sí tenía pensado desde hacía años, un tema que me preocupaba, pero que no solía saber expresar con claridad. - Hablo de privilegios… personales, o de privilegios de identidad, algo así. Me refiero a que las mujeres de ahora, al haber querido obtener lo que nosotros tenemos, y con todo el derecho del mundo, claro, no han ido a por nuestra posición social, ni a por nuestros empleos, ni a por nuestra independencia personal o económica. Las mujeres de ahora, o al menos la mayoría de ellas, creen que alcanzan el mismo nivel de autonomía que nosotros hemos tenido a lo largo de los años imitando nuestras cualidades más negativas y repelentes; la rudeza, la falta de pudor y de higiene, el sexo indiscriminado, el razonamiento visceral, la terquedad, la violencia, la ausencia de vida íntima, la obscenidad, la ira, la falta de respeto, el hablar mal, la ridiculez… No sé, no sé si me explico; las cualidades que nos asemejan a los animales, esas son las que ellas reclaman ahora. Reclaman su derecho a ser unas pedorras sin clase, que es lo que somos nosotros, normalmente, incluso los más inteligentes y respetuosos de nosotros. En fin, como iba diciendo, cuando la mujer feminista actual se tira un pedo, cree que está reivindicando su igualdad social, cuando simplemente está siendo una pedorra, ¿Comprendes? ¿Quieren parecerse a nosotros en eso, en serio, en lugar de querer simplemente tener nuestras oportunidades laborales, quieren poder decir palabrotas y ser unas guarras, eso es lo que buscan? ¿No entienden que ser femenina no significa ser vulgar, sino ser elegante, ser refinada? Y, no sé, pienso que de ahí radica el problema de nuestras relaciones actuales, ¿Entiendes? Es… creo que es un problema de roles, simplemente. Vale, puede que lleve unas cervezas de más, pero es eso lo que pienso. Un problema de roles, sí. Los dos queremos tener el mismo, y eso sí que no puede ser, porque dos piezas que son iguales en un puzzle nunca podrán encajar, son, claro, son iguales… ¿Sabes?
           - Hala, tú, me estás rallando. - Se rio.

https://www.facebook.com/marioherreroescritor?ref=hl