Venus

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viernes, 3 de febrero de 2012

Sueños

"El amor y la locura son los motores que hacen andar la vida".
Marguerite Yourcenar, escritora francesa.

Allí fuera todos estaban locos, así que nosotros nos creímos con derecho a estarlo. Caminábamos juntos por una playa de arena blanca y aguas cristalinas, y el cielo era rosa y violáceo y amenazaba con ponerse el sol. Pero nunca se ponía, y aquel abanico de colores era lo más parecido a la noche que teníamos. A veces te dejaba delante, andando sola, y la luz brillaba en tu pelo negro, y tus ojos verdes resplandecían al volver sobre tus pasos. A veces tocaba el piano para ti y para nadie más, y bailabas a mi alrededor, y otras veces la música sonaba y tú me hacías bailar, aun cuando yo nunca bailo. Te llamabas Elisa cuando oías mi música y te llamabas Ginger cuando bailábamos, Beatriz cuando te cortejaba y Juliette cuando te amaba locamente, tenías mil nombres y mil caras pero siempre eras la misma y siempre vivíamos en el mismo paraíso.
Todo aquello era nuestro y mucho más, en el paraíso nunca llovía ni hacía frío y nunca faltaba comida ni reposo. En su lugar, siempre había una suave brisa y una extraña pero agradable sensación de plenitud envolvía el aire, y el agua de la playa siempre estaba tibia y risueña, y al chocar contra las rocas era como un sussurro que infundía tranquilidad y paz. Imaginar el paraíso es volverse loco, pero casi siempre son ellos, los locos de disparatado e imprudente juicio, los hombres más felices del universo.

2 comentarios:

  1. que bonita! ;)

    P.D.: gracias por seguirme :)

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  2. Me encanta como escribes, Mario, ha sido un placer enorme encontrarte.
    Un saludo cordial,

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